Llegamos a una nueva ciudad:Kioto. La llegada es como viene siendo. Mucha gente deambulando, cruzando, llegando o saliendo. Pero sorprende que a esas horas de mediodía de una mañana que no es festivo o fin de semana el aluvión sea con lo vemos.
Se le supone a Kioto paz y tranquilidad. Así fue fundada en el 794 con el nombre de Heiankyo. Ciudad rodeada de montañas y de tradición nos acoge amable y nos permite llegar a nuestro hotel pausadamente notando ya en sus callejuelas, casas y algún templo el contraste entre tradición y modernidad. Nos alojamos en el distrito de Gion. Ahora lo que es un nombre sin sentido empezara a tomarlo cuando recorramos lo que nos den estos días.
Castillo de Nijo
Este palacio cuenta con varios edificios comunicados por galerías de madera cubiertas. Previamente hemos pasado por la impresionante puerta de bienvenida a las que ya nos vamos acostumbrando. Esta nos sorprende...
Se agradece que tengamos que dejar los zapatos en la entrada. Caminar por el suelo de madera es reconfortante para unos pies que van acumulando el cansancio. Se nota cómo crujen... Es levé el sonido pero es intencionado. Se trata de una técnica que se llama "suelos de ruiseñor" y que se puede ver explicada con detalle en la foto siguiente... La idea es que parezca que el sonido recuerde al piar del ruiseñor, precisamente...
El recorrido te lleva por distintas habitaciones de recepción. La luz no te permite ver bien las reproducciones que pintaron los mejores artistas de la Escuela de Kano de pintura. Los paisajes, animales y detalles son de gran tamaño.
N
Al salir puedes hacer un recorrido que como vamos viendo tienes que seguir sin poder salirte de lo indicado. Así lo hacemos los visitantes entre los que se encuentran escolares en grupos de unos 6 ó 7 a los que acompañan jubilados
La vegetación de los jardines está ordenada, recortada cuidadosamente de tal forma que parecen bonsais, hemos visto operarios con sus uniformes haciendo esta tarea árbol a arbol.
Tora o los leopardos imaginados
Antes de salir nos espera una sorpresa. Hay una exposición de algunos de los murales que irán a lo largo de este año pudiendo ser visitados. Volvemos a quitarnos los zapatos y vuelvo a agradecer la costumbre,
Se trata de las tablas con leopardos o Tora, en japonés. Los tigres eran conocidos en el antiguo Japón tan sólo por los dibujos y pinturas de los navegantes de China y Corea. Les sorprendió y rápidamente los incorporaron a su imaginario... Podían verse en las entradas o Torii así como en pinturas al lado de Buda juguetones o durmiendo. En este caso su expresión es extraña. Se confunde quizás con caras de tigre pero los colores tanto de los animales como de los árboles nos hace darnos cuenta de la belleza de contemplar los originales y no las copias
A la salida posan divertidas estas tres jóvenes con sus quimonos. Saludos desde Kioto
Vale, ahora entiendo porque tu teléfono me sale como apagado.
ResponderEliminar¡Disfruta!
no hay mejor manera de aprender Geografía que viajando. Si te enseñan en la escuela GION, al día siguiente lo has olvidado,
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